CARTA A LA ABUELA

¿Cómo empezar una carta para alguien tan especial, como lo es mi abuela? y ¿qué hacer para que ella pueda y llegue a leerla y entenderla, si ni siquiera tiene ánimo de responder a un saludo?

A mi abuela querida:

Son más de veinte años los que te conozco y cerca de dieciocho que tengo noción de que existes, y que siempre has estado alli para conversar y aconsejarme, amenizando el momento con uno de tus famosos lonchecitos -ese café cargado, que aunque espantara mi sueño después, te quedaba tan delicioso- o con un plato al mediodía con exquisitos tallarines que preparabas a menudo.

En estos días te he visto tan frágil y ausente de ti misma de rato en rato, pero para mi y para muchos de nosotros sigues siendo ese roble que aunque tenga una edad prudente de vida aun da sombra y protección para quienes necesitamos de ti -sobretodo para tus hijos.

Las palabras sobran, porque ninguna de ellas te aliviará en algo los dolores que puedes sentir; nada de lo que te digamos servirá para que te alivianes… y muchas de ellas son muy egoistas, porque sólo se piensa en la necesidad que tenemos hacia tu persona y no pensamos en tu malestar.

Me contradigo -soy conciente de ello… pero lo podré hacer textual u oralmente, ya que tengo sentimientos encontrados cada vez que te veo: feliz de verte aun con vida y que luchas por querer levantarte de tu lecho de consumo; y penita al ver que sólo un milagro lo puede hacer posible… tengo fe al menos de que tus dolores amenoren para que no sufras demasiado.

Pero en lo que si no puedo contradecirme es el cariño y amor que siento por ti abuela… y es por ese afecto que ruego a Dios cada vez que me acerco a El para que te de salud y fuerza para que puedas sobrevivir cada día.

Te re quiero abuela!

CEAUGMAS.

Deja un comentario